SEGURIDAD Y SALUD

[postlink]http://web-strap-on.blogspot.com/2008/05/seguridad-y-salud.html[/postlink]La mucosa rectal es frágil y sensible a las infecciones por virus y bacterias. La mucosa absorbe las sustancias depositadas en el recto, fenómeno aprovechado para la administración de medicamentos como es el caso de los supositorios. Esta capacidad de absorción puede ser aumentada involuntariamente mediante una penetración brutal, que puede provocar pequeñas microheridas y ocasionar hasta hemorragias. Por tanto, es un terreno propicio para la propagación de ETSVIH (virus de inmunodeficiencia humano), el papiloma humano (PBH), todos los tipos de hepatitis (a excepción de la hepatitis A) los herpes genitales y otras también famosas pero de causa bacteriana como la gonorrea, la sifilis y otras, incluso en el caso de que no haya eyaculación.

En consecuencia siempre se aconseja la práctica del sexo anal utilizando un condón (la pedicación sin condón es también muy arriesgada para el amante «activo»).

Es importante prestar cuidado a la hora de extraer el condón de su envoltorio, para no dañarlo con las uñas y evitar que pudiera romperse. Si la práctica de la pedicación o sexo anal se efectúa sin condón, en todo caso es —aunque parezca obvio— imprescindible el máximo de higienización del ano y del recto así como del pene en el momento inmediato previo a la pedicación.

Si la penetración anal se practica con o sin condón siempre se recomienda que, durante el momento de relaciones sexuales, se efectúe después de toda felación y —sobre todo— después de la penetración vaginal para evitar infecciones generalizadas a partir de los gérmenes que puedan encontrarse en el ano y recto.

La higiene es importante para una buena salud del ano y para la práctica del sexo anal. El lavado con jabón neutro y agua guardarán el ano limpio. El lavado debe hacerse con suavidad. También es importante que el papel usado diariamente no sea abrasivo. No debe practicarse un coito vaginal, luego del sexo por el ano, sin el lavado a fondo del pene, con suficiente agua y jabón. Se evitarán de esta manera posibles infecciones en los genitales femeninos por bacterias de la flora del recto.

El cuidado normal facilita que exista una hidratación natural que permite que la piel que le rodea esté suave y elástica.