POSTURAS MÁS FRECUENTES

[postlink]http://web-strap-on.blogspot.com/2008/05/posturas-ms-frecuentes.html[/postlink]Así como la lubricación y la relajación del esfínter son esenciales para iniciar un buen sexo anal es conveniente elegir una postura apropiada. Es importante que la persona penetrada elija la postura que pueda facilitar una perforación más suave. Existen multitud de posturas. Señalamos a continuación algunas de las más frecuentes.

Back swinging

El back swinging (lit. «zarandeo de espalda«) o «sopla-nuca». El receptor/-a se encuentra tumbado boca abajo y la persona que penetra en la parte superior. La penetración es menos profunda, pero el ritmo lo controla la persona que penetra, lo que unido a la fuerte presión que ejerce el ano sobre el glande puede provocar un orgasmo intenso .

Postura del perrito o «a cuatro patas»

Es una de las más conocidas, especialmentre entre homosexuales. La persona que va a ser penetrada, se apoya con sus rodillas y brazos en una posición alta (generalmente en una cama). Cuanto más agache su espalda, más deja a descubierto su ano. La persona que penetra puede estar situada también de rodillas en la cama, o bien de pie fuera de ella. En cualquiera de esos dos casos, es el activo quien lleva el control y ritmo de la penetración, aunque el pasivo puede jugar con los testículos de su pareja. En esta postura, el ano de la persona penetrada tiende a estrecharse, por lo que la penetración puede llegar a ser dolorosa. A diferencia de la penetración vaginal, la denominada postura del perrito o «doggy» requiere generalmente que el pene esté en una posición más elevada. Si la persona que penetra está apoyada sobre sus rodillas, esto se puede conseguir poniéndose en cuclillas, lo cual es cansado pero favorece la penetración; o bien dependiendo de la estatura de la persona penetrada, doblando ésta algo más las rodillas, de modo que el trasero quede algo más bajo. Si quien penetra lo hace de pie, el amante penetrado puede abrir sus piernas. En ese caso se logra una penetración más profunda, pero la postura es algo más complicada, teniendo en cuenta que hace falta algo más de apoyo para hacer la presión suficiente para penetrar. Es interesante que la cama sea firme o incluso que la persona penetrada tenga la posibilidad de agarrarse a algo, por ejemplo en el cabecero o el pie de la cama.

Coito anal con la persona penetrada sentada encima del pene de su pareja

Bien de cara al amante, bien de espaldas a él, en este segundo caso la estimulación visual proviene de observar el trasero penetrado mientras que la ventaja de hacerlo de cara es ver la expresión de la otra persona, poder besarla en los labios, mejillas, cuello, tocarle y olerle los cabellos y, en caso de ser mujer, como se ven y se mueven sus senos; además éstos rozan con el cuerpo del hombre. La penetración que permite es muy profunda y la ventaja que tiene es que la persona penetrada tiene control de los movimientos pudiendo regular tanto el ritmo como la profundidad de la penetración. Suele ser una postura poco dolorosa, por lo que a veces puede resultar interesante comenzar por ella para adaptar los músculos del recto al tamaño del pene.

Con las dos personas tumbadas de costado

En este caso la profundidad de la penetración es mucho menor y existe el riesgo de que el pene del chico que penetra se «escape» en varias ocasiones del recto de su pareja. En cambio, es una postura muy sensitiva y con mucho contacto físico entre los dos compañeros. Permite además a la persona que penetra jugar con los genitales de su compañero.